Como no guardar el saco: atar el saco en la mochila

list En: ADN Altus

Cómo no guardar tu saco de dormir en la mochila

¿Todavía no sabes cómo guardar correctamente tu saco de dormir en la mochila?

¿Quieres aprender a guardarlo como un auténtico profesional?

¿Estás buscando consejos para que tu saco se conserve en las mejores condiciones posibles?

Si te has sentido identificado, tenemos una buena noticia: estás en el sitio correcto.

En este blog aprenderás a guardar tu saco en la mochila como un profesional, de la mano de Altus.

Errores comunes al guardar el saco de dormir

Todos hemos sido principiantes alguna vez y como tales, hemos cometido muchos errores con los que, con el tiempo, hemos aprendido, pero precisamente para eso estamos aquí: no solo para ahorrarte ese tiempo, sino también para ayudarte a alargar la vida del saco.

El error más frecuente es guardarlo de una forma poco óptima.

En el caso de los sacos de fibra, no deben guardarse doblados por la mitad y después enrollados, ya que esta práctica daña las fibras internas con el tiempo.

En el caso de los sacos de pluma este problema no existe debido a que el rendimiento de su pluma no se ve modificada por su forma de guardarlo.

Otro error muy común es guardarlo húmedo o incluso mojado, ya sea por el sudor de la noche o por la humedad del entorno, sabemos que esto no siempre es fácil de evitar especialmente si acampas en zonas frías o con rocío matinal pero nunca deberías almacenarlo sin asegurarte de que esté completamente seco, aunque entendemos que si tu saco esta algo húmedo o mojado y tienes que volver a emprender tu marcha tendrás que guardarlo temporalmente en esas condiciones.

Qué pasa si no lo guardas correctamente

Guardar el saco de dormir de forma incorrecta no solo afecta a su durabilidad, sino también a tu comodidad durante la ruta.

Si lo pliegas o enrollas mal, se pueden crear zonas frías en el interior del saco, lo que reduce su capacidad de mantener el calor.

En los modelos de fibra, este problema es aún más grave: las fibras pueden estirarse o incluso desgarrarse al plegarlas de forma repetida, perdiendo su forma original y, con ella, su capacidad de aislamiento térmico.

Por otro lado, si guardas el saco húmedo o mojado, te arriesgas a que aparezcan olores desagradables difíciles de eliminar. Además, la humedad retenida puede generar moho o manchas, especialmente en los modelos de pluma.

La forma correcta de hacerlo (y evitar problemas en ruta)Tanto si tu saco es de fibra como de pluma, la forma ideal de guardarlo es la misma:

1. Ponte de rodillas y comienza a recoger el saco en su funda desde la parte de los pies, poco a poco.

2. A medida que lo introduces, deja que el aire salga por el orificio de la cabeza.

3. Asegúrate de que el saco queda bien repartido dentro de su funda, sin espacios vacíos ni zonas comprimidas de forma desigual.

Aunque pueda parecer poco lógico al principio, este método es el más eficaz para conservar las propiedades de aislamiento y prolongar la vida útil de tu saco.

Cuando prepares tu mochila deberás de tener en cuenta la posición en la que guardas tu saco de dormir, este nunca deberá de ir fuera de la mochila ya sea atado o en las cintas de compresión laterales o frontales.

¿Entonces donde debes de colocar tu saco en la mochila? Dependiendo de tu mochila deberá de ir en una posición u otra, si dispones de una mochila con compartimento inferior será el mejor lugar para colocarlo, en el caso de no disponer de este compartimento, lo ideal será colocarlo lo más lejos de la espalda y más abajo posible. De esta manera te ayudará a mantener el equilibrio del peso y a protegerlo de enganchones y suciedad.

¿Cómo guardarlo según el material? 

Dependiendo del tipo de saco y del momento, la forma de guardarlo puede variar, para eso hemos pensado en varios productos Altus que te ayudarán en cada situaciónbolsa de almacenaje  y  bolsas de compresión .

Sacos de fibra 

En casa: guárdalo en su funda sin comprimir, permitiendo que las fibras respiren.

Durante el transporte hacia la ruta: también en la funda sin comprimir, para evitar dañar la estructura del relleno.

Durante la ruta: puedes transportarlo en su funda comprimida, para ahorrar espacio en la mochila.

Saco de pluma 

En casa: lo ideal es mantenerlo en una bolsa de almacenaje amplia, que no lo presione.

Durante el transporte hacia la ruta: funda sin comprimir, igual que en los sacos de fibra.

Durante la ruta: funda comprimida, pero solo durante el tiempo imprescindible.

¡Por último recuerda!

Cuando prepares tu mochila, deberás tener muy en cuenta la posición en la que guardas tu saco de dormir.

Este nunca debe ir fuera de la mochila, ni atado con correas externas ni sujeto a las cintas de compresión laterales o frontales. Aunque pueda parecer práctico, esta práctica expone el saco a la humedad, la suciedad y posibles enganchones con ramas o rocas.

¿Entonces dónde colocarlo?

Dependerá del tipo de mochila que utilices:

Si tu mochila dispone de un compartimento inferior, ese será el mejor lugar para guardar tu saco, ya que lo mantendrá protegido y separado del resto del material.

Si no cuentas con ese compartimento, lo ideal será colocarlo en la parte más baja de la mochila y alejado de la espalda, lo que te ayudará a mantener un equilibrio adecuado del peso y a evitar deformaciones o daños durante la marcha.

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